Drakkar Noir de Guy Laroche es el epítome de los años 80 en una botella, una fragancia aromática fougère que debutó en 1982, creada por el maestro perfumista Pierre Wargnye.
Con un inicio fresco y vibrante, combina lavanda, limón y menta con un toque de albahaca y romero, evocando energía y elegancia masculina. Su corazón especiado y floral, liderado por clavel, canela y jazmín, añade profundidad, mientras que su base robusta, dominada por musgo de roble, cuero y sándalo, asegura una huella inolvidable.
Drakkar Noir marcó una era, siendo un símbolo de sofisticación y virilidad. Aclamada por críticos y amada por el público, fue la elección indiscutible del hombre seguro de sí mismo.
